Juan Luis Guerra

Una página más se escribió el en la historia de los conciertos en Costa Rica después de que más de 30,000 personas fueran testigo de un espectáculo donde Juan Luis Guerra y su orquesta La 440 convirtieran el estadio nacional en una pista de baile.

El ánimo y la euforia del público se tornó en su máximo esplendor cuando las luces del estadio de La Sabana se apagaron para darle la bienvenida a quien por un periodo de hora y media tendría la tarea de entretener a los amantes de la salsa, el merengue y la bachata.

“A pedir su mano” fue el plato de entrada que utilizó Juan Luis Guerra para prender al público tico y así ponerlos en pie para bailar al ritmo del son que tanto lo ha caracterizado y el cual ha enamorado a todo aquel que lo escucha.

“Buenas noches San José. Un placer estar con todos ustedes. Gracias por el cariño. Vamos a ver si se acuerdan de esto”. De esta forma saludó el dominicano a los presentes y en seguida interpretó “La Bilirrubina”.

Con los brazos extendidos y girándolos de un lado a otro el público acompañó a Guerra mientras interpretaba al tema que se incluye en su disco Bachata Rosa con el que recibió un Premio Gammy en la categoría Mejor Álbum Latino Tropical Tradicional en el año 1992.

Con el público aún de pie, situación que se vivió durante todo el show, el tema “La llave de mi corazón” continuo para que las parejas no perdieran ni un minuto y bailaran al ritmo de la música de este artista el cual les cantaba en vivo y en directo.

El espectáculo siguió con temas como “El costo de la Vida” y “Como Yo”, para luego pasar a la canción que como bien lo dijo Guerra, escribió para su esposa Nora, con la que en pocos días cumplirá 30 años de casado y que lleva por nombre “Mi Bendición”.

El momento se tornó más romántico y aquí no eran hombres cantándole a las mujeres sino ambos cantándose a sí mismos.

Una “Garúa” que pocos sintieron. Y cuando parecía que iba a llover, pero no precisamente café, un show de percusión que duró aproximadamente cinco minutos, entretuvo al público mientras Juan Luis Guerra salió del escenario para cargar baterías y salir nuevamente con la canción “Visa para un sueño”.

“Bachata en Fukuoka” y “En el cielo no hay hospital”, parecía que eran los temas que cerraban la noche. Sin embargo, después de un simple “Adiós”, por parte de Guerra y lo que se creía su despedida, se tornó en una espera de cinco minutos para que el cantante regresará nuevamente con la canción “La Travesía”.

Los gritos y los aplausos de todos los presentes recibían al artista como si este estuviera apenas abriendo su participación, pero en realidad el cierre de del espectáculo estaba acercándose a su final.

Una vez finalizado el tema, “Frío, Frío” y “Las Avispas” se escucharon por los parlantes que se ubicaron a ambos lados de la tarima y fue “Ojalá que llueva” la canción que puso punto final al show del cual todos salieron más que satisfechos.

Nota de María Fernanda Quirós Ticonciertos.com