Almay Smart Shade Butter Kiss

Una colección creada pensando en los tonos ideales de la piel de la mujer. Almay presenta al mercado costarricense sus nuevos lápices labiales: Smart Shade Butter Kiss.
Se acabaron las adivinanzas para encontrar el tono perfecto de lápiz labial; con 12 diferentes colores que van desde los Berry perfectos pasando por los rosas y rojos, las mujeres podrán elegir entre tonos de piel claros, claros/medios y medios.

Rica y suave fórmula
El lápiz labial Smart Shade Butter Kiss de Almay fue desarrollado por expertos para complementar el maquillaje, haciendo más sencilla la elección del rosa, violeta, rojo y natural, que más le favorezca a la consumidora. Cada tono viene en un diseño ultrahidratante con la cantidad justa de color y brillo.
Este lápiz labial altamente humectante, cremoso y además hipoalergénico contiene un complejo de ingredientes hidratantes que incluye jojoba y aceites de coco, así como vitamina E.
Sus características
• Labial con textura de bálsamo altamente emoliente que impregnará de hidratación los labios con un color perfecto para cada tono de piel
• 12 tonos que van desde las gamas ideal de rojos, rosas y berry para las 3 tipos de tez Light/ Light Medium ó Medium
• Con ingredientes que los labios resecos amarán por su capacidad de hidratarlos y suavizarlos al instante, prolongándose su protección durante todo el día: manteca de coco, manteca de karité y manteca de mango.
• Extracto de jojoba: Posee alto contenido de minerales y vitamina E, por lo que actúa como antioxidante y protege la piel de los radicales libres. Hidrata profundamente.
• Oligopéptido Palmitoy: mejora la definición y volumen de los labios fomentando la producción de colágeno. Suaviza las líneas o grietas.
• Hipoalergénico. Libre de parabenos. Libre de Gluten.

A la venta en supermercados y tiendas de prestigio del país.

Almay y su historia
Desde 1931, Almay ha acompañado a la mujer en su deseo de lucir y sentirse bella y saludable. Para ello ha puesto a su disposición cosméticos de alta calidad, concebidos con ingredientes hipoalergénicos y en hermosos e impactantes tonos.
Todo comenzó en 1930, cuando los cosméticos eran muy pesados y espesos, producto de los intensos pigmentos y sustancias químicas que contenían. Estos maquillajes eran demasiado fuertes para la sensible y delicada piel de Fanny May Woititz. Esta situación la inspiró para invitar a su marido Alfred Woititz, químico de profesión, para que investigara los componentes de su maquillaje con el fin de identificar cuáles eran los ingredientes irritantes. Así, junto con el dermatólogo Marion Sulzberger, descubrió una fórmula, lo suficientemente suave y pura, para que la señora May pudiera usarla todos los días. De allí, el nombre de una de las marcas más reconocidas de la cosmetología mundial, Almay (de Alfred y Fanny May).
Una de las características más importantes y admirables de la marca es que, en más de 20 años, Almay no ha utilizado animales en las investigaciones de sus productos. Se realizan evaluaciones de manera exhaustiva con los métodos tecnológicos más avanzados que garantizan un producto innovador y seguro.